Yataco
18 de Agosto del 2017

A qué nos referimos con la referencia?

A qué nos referimos con la referencia?

Los que trabajamos en música para contenido de marcas, entendemos que es muy difícil explicar en palabras la manera en la que imaginamos la música de una pieza audiovisual. Más difícil aun, que la imaginen si quiera un poco parecida a lo que está en nuestra cabeza.

Extraído de algunas horas de navegación por YouTube, Spotify, Apple Music, Vimeo, SourceCreative, aparece esa luz que ilumina y deja ver el futuro de lo que parecería ser la tonada que le pondrá el “audio” a la pieza “audio-visual”: La Referencia.

Puede ser una, dos, tres (lo usual) o veintisiete (me ha tocado). La propone el Creativo, la propone el Director o la proponemos nosotros. Entonces, la escuchamos en la reunión PPI y la imaginamos en nuestra cabeza, sonorizando una película que aún no está filmada. Y si nos hace “clic” pues ya está. Decimos “esa es” y automáticamente nuestra mente se adueña de la referencia como si ya fuera la música que irá en nuestra pieza. Y si nos gusta muchísimo, peor. El inconsciente asume que la música “ya está lista”, ahora solo hay que preocuparse por el video.

Nuestra emoción gobierna y no deja que la razón le recuerde que esa composición, ejecución, grabación, producción y mezcla, no nos pertenece. Como su nombre lo indica es una “Referencia”.

Y puedo mencionar dos casos en los que “la referencia” se vuelve un sable donde el mango es más filudo que la cuchilla. a) Cuando la referencia está cantada pero la versión a trabajar no incluye cantante y b) (la peor de todas): cuando la idea está creada en función a una música o canción conocida donde el espectador debe reconocerla (pero como nadie va a comprar derechos, no puede ser igual). Aquí ya de saque, no auguro un gran final.

En cortito, la referencia entendida de mala manera solo sirve para generar falsas expectativas. Y mientras más te guste, más difícil será “reprogramar” nuestras cabezas.

Y entonces, alguien dirá “abajo las referencias, somos tan capos y locos que podemos sorprender con algo que ni se imaginan”. A veces, eso es lo que temo. Antes preguntémonos si tenemos el tiempo y los recursos para empezar de cero, si es que nuestro magno talento nos ha dejado satisfechos sólo a nosotros. Porque hay que recordar que no estamos solos en esto y que más allá de que lo que propongamos cumpla con una serie de objetivos, si debe haber una conexión emocional (subjetiva) con quienes conciban y desarrollen la idea. Sorry por pinchar el globito artístico.

La “refe” no deja de ser un vehículo de acercamiento entre las cabezas involucradas, y sí es válido usarla como una metáfora del espíritu de la pieza.

¿Cómo tomar la referencia entonces? Como un amor de verano. Como una aventura de viaje. Alguien de quien debemos despedirnos después de aprobado el offline. Para luego conocer a quien te recordará mucho a ella. Pero que si está hecha para ti. Y para siempre.