Yataco
16 de Junio del 2017

El arte de hablarles a las paredes

El arte de hablarles a las paredes

Jade no es un artista callejero más. Uno de sus murales, el que había creado en el jirón Rufino Torrico, en el Centro de Lima, fue uno de los dos primeros que cubrió con pintura amarilla el alcalde Luis Castañeda en su criticada campaña de destrucción de arte callejero. Cuando Jade se enteró, sintió “un poco de rabia y mucha indignación”. Y escribió en Facebook: “¿Quiénes prefieren el amarillo mudo que todos conocemos?”. Justo dos meses después, a comienzos de mayo, una noticia le compensó en cierta medida: su propuesta había ganado el concurso “Las paredes hablan”, convocado por la Municipalidad de Barranco, por delante de otras cien ideas. 

 Ahora lleva más de una semana trabajando. Pinta mientras escucha a Jorge Drexler, Calle 13 y Miles Davis. Una mujer de mediana edad se detiene frente a él. “Bellísimo”, le dice. Y se lo repite, y añade: “Impresionante”. Y sigue su camino sin esperar respuesta, en dirección a la playa de estacionamiento de un supermercado. Sobre su larga pared, otro grafitero pinta con muchos colores una extraña banda de animales músicos. Es Seimiek, a sus 33 años, un clásico del arte callejero local. Su boceto recibió un premio especial a la creatividad en este mismo concurso.

   Seimiek es delgado y ágil, y sube y baja con rapidez de una pequeña escalera plegable, mientras usa el rodillo y el spray. Esa velocidad —confiesa— la ha tenido que utilizar alguna vez para huir de la policía o del serenazgo. “Ahora es diferente”, se ríe: “los tengo de escolta”. 

Arte urbano para el futuro
Llegaron casi un centenar de bocetos. Cada uno de los cinco miembros del jurado escogió diez, sin conocer la autoría. Dialogaron, y llegaron al ganador: Jade. Cuando la Municipalidad de Barranco anunció el resultado del concurso “Las paredes hablan” la noche del 5 de mayo, algunos en las redes sociales lo cuestionaron, al considerar que el grafitero había pintado antes un trabajo similar. El coordinador del jurado, el investigador y curador Emilio Tarazona, zanja: “No hay controversia. Un artista tiene el derecho de realizar variaciones de los motivos de su propio trabajo”. Y cita el ejemplo de Fernando de Szyszlo, “quien dice que ha perseguido toda su vida un solo cuadro”.

     Esta iniciativa nació, según explica Tarazona, “en contra del maltrato del que han sido objeto tanto los artistas como las manifestaciones del arte urbano en los primeros meses de la gestión del actual alcalde de Lima”. Y también con un objetivo añadido: convertir Barranco en un referente latinoamericano de dicho arte. Por eso, durante las próximas semanas se pintarán además los murales de seis finalistas, y en próximas ediciones habrá un premio internacional. “Fortalecer la noción de lo público es vital, y no creo que tengamos algún futuro si no empezamos por allí”, dice el curador.

     Esta iniciativa no es la única. La Red de Artistas Barranquinos ha impulsado en paralelo el festival “Muraliza tu barrio”. El resultado: en las últimas dos semanas hay una decena de nuevos murales. Así, la dupla Entes y Pésimo ha cubierto con un nuevo grafiti dos antiguos trabajos propios en las paredes exteriores de la Casa Túpac. Jade pinta un segundo mural en una casona de la Bajada de Baños, visible desde el popular Puente de los Suspiros. Y Yandy Graffer ha dejado su reconocible estilo en la bella fachada de una casa del jirón Jaén.