Yataco
13 de Septiembre del 2021

Jeff Bezos y el polémico proyecto de que busca la INMORTALIDAD

Jeff Bezos y el polémico proyecto de que busca la INMORTALIDAD

 


Jeff Bezos, el hombre más rico del mundo, tiene 57 años y se ha dado cuenta de que no va a poder gastar su fortuna por muchos años que viva. Ni quemando billetes en forma de cohetes sería capaz de acabar con todos sus millones. Y este pensamiento es un terror peor que la muerte para él, porque hace que su vida parezca una estafa.

Así que ha creado una startup con otros colegas multimillonarios como el ruso Yuri Milner para revertir el envejecimiento humano.

Desde que anunció su retiro de la dirección ejecutiva de Amazon, mucho se ha especulado sobre el futuro empresarial de Jeff Bezos.

Según la información que publicó el medio Technology Review, ligado al prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y de la que se ha hecho eco buena parte de la prensa estadounidense, el magnate habría invertido una buena porción de su dinero, al igual que otros cinco milmillonarios que no han sido aún identificados, en unos laboratorios de Silicon Valley, llamados Altos Labs, que estarían experimentando estos días con una serie de técnicas capaces, supuestamente, de incrementar la esperanza de vida de los seres humanos en unos 50 años adicionales.

Altos Labs habría contratado además al bioquímico e investigador español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, responsable hace unos años de una controvertida iniciativa basada en la mezcla de embriones humanos y de primates, para el desarrollo de sus primeros experimentos, financiados estos por Jeff Bezos y sus socios del proyecto.

Izpisúa Belmonte ya realizó sus primeras pruebas experimentales ligadas a esta tecnología de "reprogramación" con roedores, según habría confirmado Alto Labs.

El científico inyectó a los animales células modificadas que, supuestamente, revertirían los efectos de la edad al rejuvenecerse con el tiempo. Mientras que algunos de estos ejemplares experimentaron efectos positivos al respecto, otros acabaron desarrollando tumores letales y francamente preocupantes para el futuro de la investigación.