CUSCO: Artesano hace esculturas de chocolate sobre la cultura peruana
Iván Mejía Ramírez es un artesano que muestra su creatividad mediante la creación de esculturas de chocolate en forma de animales y figuras peruanas. Desde muy chico, cuando Iván vivía en el Barrio de San Blas (Cusco), supo que tenía el talento en sus manos. Lo heredó de su familia.
Empezó a los 8 años haciendo esculturas en piedra e imaginería colonial. En ese tiempo pudo especializarse en diferentes técnicas, pero en 2017 decidió tomar otro camino y emprender, así nació Kontiti.
“Kontiti es historia, arte y chocolate. Desde que lanzamos nuestros primeros productos hemos tenido buena acogida. Los turistas se llevan nuestros chocolates para mostrarle a su familia y amigos cómo es el Perú”, comenta para el medio en mención.
Asimismo, en Kontiti se trabaja con cacao cusqueño de La Convención que es el cacao chuncho y en su planta del Cusco lo procesan en sus propias máquinas para presentarlo al mercado «con la mejor calidad posible”.
La imaginación de este cusqueño no tiene límites por eso no solo tiene chocolates con formas de sal de maras y de frutas como la maracuyá y el kiwi, sino también cuenta con figuras de cacao en forma de llamas, vasijas, cóndores, tumis, cuyes y hasta una réplica en 3D de Machu Picchu que cabe en una mano, este es uno de sus productos más demandados.
Cabe resaltar que Kontiti también tiene una versión para diabéticos con xilitol, un edulcorante natural.
La labor de este artista cusqueño ha sido reconocida recientemente por el Ministerio de la Producción (Produce) y gracias a esta distinción pudo recibir asistencia técnica para mejorar los procesos de su planta ubicada en San Sebastián.
“A veces no nos damos cuenta, pero la formalización nos abre muchas puertas. Produce nos ha brindado apoyo con capacitaciones, además, gestionaron nuestra participación en el Salón del Cacao y Chocolate, que fue una vitrina importante para nosotros”.
Gracias al trabajo sostenido de “Kontiti”, la planta de procesamiento de dicha marca ha obtenido una certificación en una región que destaca por ser cuna de uno de los mejores cacaos del mundo. Sin embargo, este artista no vende solo chocolate, sino la experiencia de ofrecer un poco de la historia del Perú por medio uno de sus recursos naturales.