Energía eólica con multiturbina flotante
La carrera hacia la transición verde sigue y las empresas y especialistas en la producción de energía a partir de fuentes renovables continúa intentando evolucionar soluciones como la energía eólica. Resulta bastante llamativo el proyecto de multiturbina flotante que busca elevar la producción de energía considerablemente con respecto a las turbinas tradicionales.
Se trata de un proyecto de la compañía noruega Wind Catching Systems, cuyo nombre es toda una declaración de intenciones considerando que las actuales turbinas son algo del pasado. Al menos en el factor forma en la que abundan tanto en tierra firme como en mar, según el CEO de esta empresa.
Según dónde vivas, puede que tengas cerca una de las actuales instalaciones eólicas en alta mar y hay países que planean recurrir a ella a lo bestia, como Reino Unido.
Se trata de unificar más de 100 turbinas de 1 MW para conseguir una eficiencia de hasta cinco veces la de la turbina actual más grande, según comunicaban en Wind Catching Systems. Su fundamento, según explican, es que con una turbina convencional se limita la producción de energía sobre un viento de 11-12 metros/segundo porque las aspas empiezan a cabecear, y que la multiturbina es capaz de aprovechar esas mayores velocidades al tener aspas más cortas.
De ahí que calculen una producción de energía anual de 2,5 veces la de una turbina normal, aunque éstas sean de unos 15 MW (y las de la multiturbina de 1 MW). El cálculo que hacen es el de que cinco multiturbinas flotantes podrán producir la misma electricidad que 25 turbinas convencionales.
Con ello, la promesa es de que cada multiturbina flotante dé suficiente energía como para abastecer a 80.000 hogares en un año. También que, pese a estar en pleno océano, soportando esos fuertes vientos, oleajes y tormentas, aguantarían hasta 50 años y tendrán un coste menor de mantenimiento que los sistemas flotantes actuales.
Las multiturbinas medirán unos 305 metros de altura, más o menos tres veces la altura de una turbina actual estándar, y se situaran sobre plataformas flotantes ancladas al suelo marino. La ventaja de flotar y de no requerir instalación, más allá de los teóricos costes, es que su instalación y mantenimiento no requiere que se construyan como mucho a unos 30 kilómetros de la costa, de manera que así se aprovecharían los vientos oceánicos más potentes (alejados de la costa).
Heggheim apunta a 2022 ó 2023 para ver funcionar a la muliturbina flotante, con lo cual lograrían haber tardado en construirla menos tiempo que lo que según el CEO se tarda en poner en marcha una plataforma eólica flotante de las actuales. Evidentemente, todo lo expuesto por los datos de la empresa es favorable, pero habrá que ver si en la realidad todo resulta tan ventajoso una vez se ponga en marcha.
Otro aspecto es el de la promesa de un mantenimiento menos costoso, en esfuerzo y en inversión. Por una parte se evita la costosa instalación en el mar de una turbina estándar al ser flotante, pero por otra están esos fuertes vientos que se quieren aprovechar siendo una alternativa más conveniente para obtener energía a nivel de impacto ambiental y eficiencia.